FISGONEO CULTURAL
La calle es femenino
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Por Carolina Trinidad
Una mujer de aproximadamente 17 años se desliza a través del aire en una osada pirueta desde los hombros de su compañero, un hombre de (posiblemente) la misma edad. Los aplausos y el fuerte beat del hip hop marcan el ritmo de su caída. Su sonrisa triunfante se apropia de la multitud.
Ella es una de muchas artistas, performers, vendedoras, ciudadanas que se apropian del espacio público. Transitan de manera trascendental y se quedan en la memoria de uno que otro. ¿Pero acaso la cotidianeidad no puede dejar huella? ¿No son los hábitos del día a día los que marcan el ritmo y determinan nuestros pasos?
Women are Beautiful de Garry Winograd (1928-1984), muestra fotográfica de 85 impresiones en blanco y negro, en el Museo de Arte Moderno, da cuenta de esas mujeres que parecen habitar las calles sin siquiera notarlo, pero que reflejan a través de su cuerpo toda una época.
Las protagonistas del lente de Winograd son mujeres estadounidenses de la década de los 60 y 70. Sus ropas, sus sonrisas y hasta su caminar nos hablan del papel de la mujer en aquella época.
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La liberación sexual y la búsqueda de la igualdad por el movimiento hippie, feminista y por los derechos civiles cambió la forma en que la sociedad se apropió de las calles y las mujeres tomaron un rol estelar.
Tops entallados que no solo revelan un par de redondos pechos sino también enmarcan animados pezones, miradas directas, decididas, fulminantes; desmedidas sonrisas y cuerpos relajados, coquetos, galantes; nos muestran que la mujer de aquellos días ya no estaba dispuesta a ser la dulce ama de casa abnegada que en los años 40 las revistas como Modern Woman o Good Housekeeping tanto ensalzaban.
![]() Hello, There! | ![]() De regreso a casa |
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![]() Se adivina a través del cristal |
Ya sea en primer plano o con una mirada distante, la figura femenina destaca por ser protagonista diaria, sutil –en ciertos contextos- de la cotidianeidad. No hay fotografías del Festival Woodstock, tampoco protestas que aturden desde su silencioso recuerdo. Fiel a su título como pionero del street photography, Garry Winograd captura la megalópolis en su más esencial elemento: sus habitantes.
El contexto e incluso la biografía del artista repercuten en quién se representa y cómo se hace. Apenas unas cuantas fotografías retratan a mujeres de color y estas casi siempre parecen portar un gesto adusto o la cabeza baja. Las mujeres estelares son blancas, delgadas y por lo general hermosas -para el canon de la época-.
Puede que la visión de Winograd simplemente estuviera condicionada por la lógica racial y sexista de la época o que deliberadamente segregara ciertos fenotipos. Cualquiera que sea la respuesta, es parte de aquello detrás del lente que también juega un rol en la obra fotográfica.